dijous, 23 d’octubre del 2008

Por qué os gustan tanto?




A mí no me gustan los videojuegos. Habéis leído bien, no me gustan. Creo que soy la única. (…bolita silenciosa del desierto pasando por mi habitación, también pasó cuando reconocí que no me gustaban los Donettes.)

Soy más de series y películas, lo reconozco. Eso de sentarme a pasarme pantallas me cansa, además, con Donkey Kong no pasé de la 3 pantalla, y con los Sims, una vez creada la casita ya no quiero ver cómo viven, trabajan y crían a sus hijos. Aguanto cuatro filas del Tetris. Los fantasmitas de Pac-Man siempre me encuentran. El video de entrada de Tomb Raider me daba miedo. Ni siquiera sé con qué botón se chuta en el “Pro” . Como mucho canto al Sing-Star y juego al tennis en la Wii Sports (y aún así me dan tirones). Es de risa, lo sé, pero, me sorprende que estos juegos, plataformas y pantallas tengan tantos seguidores. Y por eso, me he propuesto informarme sobre ellos, sobre la magia de todo este mundo que al parecer, es una industria muy, muy fructífera.
Desde el PONG, pasando por Tetris, Pac-Man, Sonic, Super Mario,…también leo sobre Final Fantasy, Resident Evil, Winning Eleven, Grand Turismo o Halo. No me pregunteis de qué van, porque NPI.

Leo todos esos nombres y pienso, ¿y todo eso me lo he perdido?
Pues no creáis, porque tengo primos, amigos y una hermana aficionados a estos juegos. No he jugado con ellos, pero los he visto, y eso es lo que creo que es lo que los videojuego tienen, lo que hacen sentir a los que juegan con ellos. Por momentos se convierten en un pequeño fontanero que lucha contra un dragón el triple de alto que él, o en Ronaldinho metiendo el gol que hace ganar el Mundial a su selección. Los videojuegos te permiten, gracias a su potente interactividad meterte en esos mundos tan surrealistas y compartir con otras personas esas sensaciones. Ahora hablo de los juegos on-line. La tecnología ha llegado a límites insospechados para aquellos que moviendo bloques se pasaban horas delante de la Game Boy. Eso es lo que nos han dado los videojuegos, ese factor emocional en el que poca gente repara.

Y esto me lleva al on-line. Otra maravilla de la tecnología que os deja jugar al futbol con un chino en su China natal y un americano en Japón, su ciudad de vacaciones. Todo evoluciona, y la industria del juego, del entretenimiento, no iba a ser menos, cuando es algo en lo que invertimos mucho tiempo y mucho dinero.


Y hablando de evolución, si os pensabais que todo en los juegos iba a ser sentarse en un sofá e ir matando gente o recibir golpes sin notar nada, os presento el último invento de TN Games: un chaleco para vosotros. Para que todas esas sensaciones y la acción que recibáis al jugar no sólo sea una musculosidad exagerada o artritis en el peor de los casos en vuestros dedos, sino que vuestro cuerpo reciba lo que vuestros jugadores sienten. Un chaleco sensor, que parece uno antibalas, pero que al ponértelo, llevará el juego a dimensiones insospechadas. Cuando el personaje de tu juego es golpeado o ha sido impactado por un disparo en el pecho, tú lo sentirás también en el pecho. Si te dan un golpe en los abdominales, tú tendrás que doblarte. Funciona con cámaras de aire y compresión, y actualmente está preparado para usarlo sólo con un videojuego, pero más adelante traerá “parches” para usarlo con más plataformas. ¿Curioso no?

En resumen, que lo mejor es lo que sentís (y hablo en segunda persona porque a mí, no ha conseguido engancharme, realmente), emocionalmente y ahora, físicamente (con el chaleco). A ver en qué evoluciona todo esto.