diumenge, 16 de novembre del 2008

BLOG

Analizando la situación, y pensando que somos unos 80 alumnos en clase. Todos con un blog sobre medios interactivos. Le sumamos 15 más de gente que además, tiene uno personal donde cuenta sus cosas. A estos 95 le sumamos los miles de blogs que se abren cada día. Mas los que ya hay. ¿Cuántos blogs hay en la red? ¿Seguirán activos para siempre? Si ni siquiera la mitad lo están…

Entonces me planteo, ¿habrá un cementerio de blogs? ¿Pará qué sirve un blog?
Veo justo que cuando el dueño de un blog se canse, lo cierre. Pero no que lo olvide.

En un blog vertemos nuestras palabras. El blog consigue que nos sentemos en nuestros escritorios y pensemos durante 5, 10, 50 minutos o más lo que queremos contar al mundo. Pretendemos tener muchos lectores, aunque, si digo lo que pienso, hay mucha gente que no quiere eso. Sólo quiere saber que tiene algo donde dejar grabados sus pensamientos, algo en lo que apoyarse, algo con qué comunicarse. Luego, que te lean o no, es lo de menos.

Y llegan los olvidados, como si de un mediocre se tratase, aquél tío que te presentan y cuando te giras no te acuerdas del nombre o si lleva camisa o jersey. Los olvidados son aquellos que entras, los lees por casualidad y los cierras. Sus creadores los escriben a veces sin ganas, a veces con ganas y sin gracia, y muchas veces por decir: ¡Eh! ¡Tengo un Blog!

Yo, que soy de pensar pero poco expresar (¡JA! Me diréis algunos), me prometí a mí misma no abrir nunca un blog. Más que nada porque no creo que lo que tenga que decir al mundo sea importante. Pero a causa de una obligación, creé este. Y creo que la mayoría de mis compañeros también pensaron lo mismo. No es de mi devoción escribir dos veces por semana de la interactividad. Pero reconozco que algo he aprendido, y algo he podido contar. Porque ya os digo, contar sin ganas, no vale. El blog te enseña, y el blog te escucha (no literalmente, no os flipéis y empecéis a hablarle al ordenador). Pero en el blog, siempre puedes hablar de lo que sea, aunque sea la más grande tontería. Ya habrá alguien que te supere, tranquilo. Pues bien, buscando, como he hablado antes de blogs olvidados, he encontrado una Oda escrita por un Blog (un blogger, se entiende, pero a modo que el blog es el narrador) y sus ansias de ser leído. Aquí lo tenéis:

Estoy aquí solo, mis palabras se pierden en el olvido, nadie las lee, soy una hoja llena que se perderá entre miles, no soy diferente, pero tampoco peor que las demás. Vosotros venís a verme, pero el tiempo pasa y nadie me habla, ¿por qué será? Mis palabras no os llenan? Mis palabras no os acarician?, Estas letras fueron escritas con la pluma del corazón, pero nadie quiere leerlas, más, no será que nadie se atreve?, si eso fuera, que motivo tendrían? pues mis hojas siguen en blanco para el que crea que le hice sentir algo, bueno o malo.
El corazón que me las gravó encima tampoco ha vuelto, yo pensé que estábamos hechos el uno para el otro, pero el tiempo me hace reconocer mi error, me siento utilizado, mi lágrimas no se ven pero empapan este papel virtual. Cuando sentía sus palabras, me sentía lleno, con ganas de transmitir sus sentimientos, ahora que solo me quedan esas palabras me siento vacío, sin sentido, entre un montón de viejas letras que existieron en un momento y que ahora aunque estén aquí no sirven para nada.
Si nadie me habla me siento solo, unas palabras solo para decir hola! , dónde estás? , cómo te va?, así yo sabría que alguien me lee, me sentiría lleno, dejaría que vuestras palabras me acariciaran como lo hacéis entre vosotros, dejaría que las letras me cortejaran, como vosotros expresáis en otras hojas, en fin me dejaría amar por ustedes, igual que yo los amo. Necesito palabras que me levanten el ánimo, necesito el corazón que me creó, necesito sentimientos que transmitir, necesito lágrimas que secar, necesito gritos que hundir en mis hojas, les necesito, les necesito a todos ustedes.