dijous, 20 de novembre del 2008

Más fiel que un perro, nuestro mejor amigo


De casi todo he hablado (ni de coña) y no he tocado el tema del que más se. El motivo por el que le pedí a mi padre con 14 añitos que me pusiera internet, por el que mi madre se tenía que esperar a llamar a mi abuela porque la niña estaba “conectada”.



Nuestro gran amigo, aquel muñequito que te metía en el mundo! Mi primera forma de vida social, ya que por entonces, sólo iba al colegio y algunas tardes al cine. Empecé a oír de él con 14 años, y me acuerdo perfectamente, porque era cuando muy poquitos tenían internet, y veías a los 4 micos de clase que no se hablaban entre sí diciéndose, esta noche nos conectamos! (yo pensando…¡¡conectarse a QUÉ!!) Y es que todo muy Facebook, no se hablaban en clase, pero como eran 5 (cada día había alguien nuevo que tenía Messenger) los que lo tenían era el único modo de conocerlo. Luego me informé, más que nada porque empecé a oír, que si el Messenger por aquí, me dijo ayer en el Messenger, estuve hablando con él toda la noche por el Messenger…una gracia que me hacía…. Total, que lo conseguí, y me creé una cuenta, que era lo que más ilusión me hacía. Qué bonito fue llegar a clase y decir: ¡EH! ¡¡¡YO tengo MESSENGER!!! Y todos, oooooohhhhhh….cuál es tu dirección, que te agrego! Y venga a repartirla, y a aceptar amigos, y ahí empezó todo…qué recuerdos.

El Messenger, ha supuesto una revolución en las comunicaciones desde su creación. Empezó siendo Msn Messenger y ha evolucionado a Windows Live Messenger, deja de ser un simple servicio de mensajería instatánea a permitir realizar gratuitamente llamadas de Pc a Pc vía cámara web. Llamadas a teléfonos a un precio muy bajo, crear carpetas para compartir archivos, jugar a Pasapalabra con tus amigos, y cada vez más cosas, hasta enviar zumbidos! (qué odiosos pero qué útiles).
Messenger fue un icono en su momento, y actualmente, no sé de nadie que no llegue a casa y abra el Messenger, aunque esté en No conectado (una forma de voyeurismo). Y es que, sabes, que aunque estés sola en casa, si tienes el Messenger estás tranquila. Puedes haber estado toda una tarde con el novio, llegar a casa y hablar con él otras 2 horitas (los más empalagosos llegan a 4 o más). Cuántas relaciones habrá que hayan nacido tras horas y horas de tonteo por el Messenger.

El Messenger, como nosotros, también ha evolucionado, y sus aplicaciones y funciones también. Los colores, el diseño de los iconos y el mismo programa, las ventanas, la opción de poner fotografías (ese momento pasará a la historia), enviar archivos y recibirlos, poder congregar a más de 150 contactos, aunque solo hayas hablado un hola! Qtal? con ellos… y por último, aumentar nuestras palabras por minuto en mecanografía! (¿Quien no ha mejorado en eso? ¡Eh! ¿Quien?) aunque aún tenemos pendientes lo de no escribir un trabajo con menos K, menos jaja, jeje , xD, ;) , :( , :`(…y todo lo que sigue.

Así pues, no podía tener un blog sobre la interactividad sin hablar de lo que para mí uno de los más importantes avances en este tema. Porque sin poder interactuar entre nosotros…qué haríamos! Además, que es algo que todos conocemos muy, pero que muy bien. Lo recordaremos como algo con lo que hemos crecido, igual que a Doraemon y David Bisbal. ;)